Permitirte vivir en el presente, reconociendo quien eres, tu esencia verdadera, hace que puedas diferenciar que de todo lo que estas viviendo que es verdad y que no lo es y podría llegar a ser una percepción automatizada en ti que repites una y otra vez sobre una experiencia parecida, con acciones y reacciones similares. Pues bien, si esta reflexión te hace sentido, allí entra en juego una herramienta muy poderosa que te permite abrirte a una expansión muy interesante y es la de formularte preguntas, que llamo preguntas expansivas y es dejar que el Universo, Dios, como sea que lo llames te sorprenda y guie tu camino.
De modo pues que, ante cualquier situación, simplemente lanza la pregunta… voy a poner ejemplos:

Voy a suponer que estas pasando por un momento no tan agradable, es simplemente cuestión que te digas: ¿Es esta la verdad? ¿Universo muéstrame que es lo que tengo que aprender? ¿Cuál es la forma más fácil y ligera de superar esto?
Del mismo modo, si estas experimentando una experiencia agradable, también tienes la opción de pedir mas de eso, por ejemplo: Universo esto me gusta, ¿que tomaría que estuviera presente en mi vida? ¿Qué más es posible con gozo, gloria y luz? ¿Me encanta esta ligereza, como la incorporo a mi vida cotidiana?
El único requisito es estar dispuesto a soltar la necesidad de controlar el resultado, abrirte a las infinitas posibilidades que tiene el Universo para ti y atreverte a experimentarlas, sin juicios, solamente porque en el fondo sabes que vienen de una consciencia superior que vive en ti y que siempre, siempre quiere tu mayor bien.